Llegó una chica jovencita a los estudios de Cumlouder. La contactaron por una aplicación de contactos. Llegó la adolescente sexy de Alexa Nasha, que confesó que le gusta que la graben mientras folla, peor que le da mucha vergüenza…
Así era Alexa Nasha
Alexa Nasha es una chica que tiene una vocación clara: el porno. Pero en sus inicios sólo era una viciosa más, a la que le encantaba el sexo. De hecho llegó allí con una cámara grabándola y no dudó al meter mano. Al final la convencen para grabar. Pero se la ve que tiene experiencia, porque hizo una mamada al pollón que tenía delante, como si lo hiciera todos los días. Que forma de absorber mientras miraba a la cámara, se apartaba el pelo y hacía garganta profunda. Luego sacó la lengua y empezó a jugar con la polla muy morbosamente. Le agarraron de la cabeza y la apretaron, hasta metérsela hasta el fondo. Y ella sin quejarse. Riéndose más bien.
Follando en el sofá
Luego vemos a esta jovencita siendo follada en el mismo sofá donde la estaba mamando. Y vaya forma de follar. Gemía sonoramente, dando mucho morbo a la escena. Pero se la ve que estaba disfrutando mientras la penetraba ese gran pollón. Y cómo mueve el cuelo en círculos, buscando que el glande le roce todas las zonas sensibles del interior de su vagina. O cómo se mueve ella, de delante hacia atrás, hasta hundir la verga hasta hacia su culo, hasta los mismos huevos. Cambian de postura, pero los movimientos exóticos no cesan. Luego cabalga velozmente, mientras recibe algún que otro azote. Le encanta follar.
La primera vez de Alexa Nasha: Sexo duro
Ya desde sus inicios, Alexa Nasha apuntaba maneras. Sólo hay que ver cómo folla para saber que lo ha hecho mil veces. Tal vez sea la primera vez de Alexa Nasha en el porno, pero no era su primera vez teniendo sexo. Cómo aguantó con esa cara de puro vicio, mientras esa polla tan enorme le sacudía las entrañas. Cómo gozaba la muy perra descubriendo la vocación de su vida. Le gustaba, ya entonces, el sexo duro, los azotes y las gargantas profundas. Y luego, cuando hizo la mamada final, se le corrió en la boca y se lo comió. Seguía mamando, mientras miraba de reojo a la cámara. Ya pensaba: «de aquí no me mueven»